lunes, 1 de diciembre de 2008

¿QUÉ ES EL BULLYING?

El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar o, incluso, por su término inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.

El acoso escolar es una forma característica y extrema de violencia escolar.
El acoso escolar es una especie de tortura, metódica y sistemática, en la que el agresor sume a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros.
Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella. El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque estas no formen parte del diagnóstico); es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio.
(Wikipedia)


Buscando información sobre el trabajo que llevamos entre manos sobre la violencia que sufren los docentes en sus clases, he tropezado con infinidad de artículos interesantes sobre este y muchos otros temas.

Uno de los temas que me llamo la atención desde un principio y que no tenía ni idea de a que se refería, es el Bullying.

Intentando hacer memoria y recordar los momentos vividos durante mi escolaridad, vienen a mi mente infinidad de imágenes que permanecen ahí con el paso del tiempo, que de una manera o de otra pueden ajustarse a este término. Pese que mi época de estudiante queda muy atrás, no existía este concepto de bullying, pero que no tuviera un nombre no quiere decir que no existieran situaciones de este tipo.

Analizando con más detalle esas imágenes que vienen a mi mente, me pregunto si, ¿es posible que yo haya sido participe de algunas de ellas?

Puedo afirmar tranquilamente que no he sido un “matón” en el colegio y que afortunadamente no he sufrido el acoso de ninguno de estos energúmenos, pero…

¿Apoyaste al compañero que estaba siendo maltratado?

¿Denunciaste las agresiones o permaneciste observando en silencio por miedo a ser la siguiente víctima?

Pues seguramente todos contestemos a la primera pregunta afirmativamente y realmente hayamos prestado nuestra ayuda a los compañeros que lo han necesitado de una manera íntima, pero también es cierto, que por miedo o simplemente por no meternos en jaleos no hayamos actuado plenamente y llegado hasta el final, denunciando la situación a los organismos pertinentes.

Como dije anteriormente, en mi época todo este tema no estaba tan desarrollado como lo está ahora y contamos con toda la información del mundo para poder actuar con consecuencia, tanto las víctimas directas como los cómplices. Los siguientes enlaces de páginas Web son sólo una pequeña muestra, pues hay infinidad de información y sobre todo personas que están para prestar toda la ayuda necesaria.

[Tratémonos bien. Guía para alumnos y alumnas de Primaria]
[El Refugio. Bullying]

Mirad, voy a ser sincero. Soy padre de una niña preciosa de 2 añitos de edad recién cumplidos, y conforme estoy escribiendo estas líneas voy profundizando en el tema, me doy cuenta de que estamos ante uno de los problemas más importantes, sino el que más, de la educación española. Leer este artículo publicado en el diario Sur sobre el bullying [Pincha aquí]. No es por nada, pero imagino que esta clase de agresiones se las pueden hacer perfectamente a mi niña, y me entra una sensación de impotencia, de no saber qué hacer. Pues bien, he aquí unas pautas que podemos seguir que nos pueden ayudar a identificar que nuestro hijo esta siendo maltratado y como debemos de actuar ante esta situación.

[Cómo actuar ante un caso de acoso escolar]

Cambiando el enfoque del asunto, me refiero a que la mayoría de nosotros vamos a enfrentarnos a este problema como docentes, me parece interesante que deberíamos saber las características del problema y cual es el perfil del acosador, de esta manera podemos estar más preparados para actuar eficazmente si las circunstancias lo requieren.

Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-13 años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.

Los casos de violencia son generados por un alumnado que es minoritario (en ocasiones, incluso están provocados por jóvenes ajenos al alumnado del centro) pero con capacidad suficiente para alterar el buen clima de convivencia que debe imperar en un centro educativo.

Es sobre este alumnado de riesgo, que normalmente ejerce además un indeseable liderazgo en su entorno, sobre el que hay que actuar para tratar de frenar la violencia escolar.

Los alumnos, en general, son conscientes de que en el ámbito escolar se viven situaciones conflictivas, y algunas en las que llegan a agredirse físicamente, se dan menos casos en Primaria y el mayor número se alcanza en ESO. Los episodios violentos más reseñables en la etapa de Secundaria se concentran fundamentalmente en los cursos 1º y 2º.

Los incidentes se suelen producir en momentos en que los alumnos no están con sus profesores de referencia, fuera del horario lectivo ordinario, durante los recreos, en las entradas o salidas del centro, en el comedor escolar, etc.

Los maltratadores suelen ser unos alumnos conflictivos, dominantes, agresivos, que interpretan las relaciones sociales en términos de provocación.

Con frecuencia se observa que han crecido en un ambiente hostil, con falta de aceptación y cariño. Habida cuenta de que la violencia genera violencia, en su proceso de socialización repiten pautas de conducta a las que están habituados: insultos, amenazas, vejaciones, etc.

También es habitual que hayan sufrido falta de afecto y de comunicación en su entorno familiar.

Desconfían de los demás y no solicitan su colaboración, sino que tratan por todos los medios de obtener por sí mismos el éxito y la aprobación social.

Actúan para obtener un reconocimiento, un poder o un estatus tal como han aprendido en el seno familiar o con la observación de la agresividad en medios de comunicación, televisión, videojuegos, Internet, etc.

Buscan aliados que los consideren líderes.

Con carencia de tolerancia a la frustración, se enfadan si no se cumplen sus deseos.

Desafían las normas de convivencia, son provocadores, se implican continuamente en peleas; agraden física o verbalmente, intimidan, humillan y ridiculizan a otras personas.

No muestran sentimientos de culpa y hacen recaer la responsabilidad de sus actos en terceras personas.

No sienten compasión por el dolor ajeno.

Tienen una personalidad impulsiva, con total ausencia de autocontrol e inhabilidad social.

Y contra lo que pudiera parecer, son también personas inseguras.


Con este texto lo que pretendo es dar continuidad a las labores de información para dar a conocer el problema que con tanto esfuerzo están realizando los diferentes colectivos al tratar de ofrecer pautas para detectar los conflictos que surgen en el entorno escolar, con la pretensión de aportar propuestas que permitan prevenirlos y, en su caso, solventarlos sin que degeneren en episodios de violencia. La idea de hacerlo desde diferentes puntos de vista es un intento de concienciar al lector de que en esta labor estamos todos implicados y la necesidad de adoptar una actitud de tolerancia cero hacia la violencia, cualquiera que sea la forma y el lugar en que ésta se manifieste es fundamental. El maltrato entre iguales y el acoso escolar deben ser deslegitimados siempre.

Para mas información consultar el Informe del Defensor del Pueblo estatal “Violencia escolar: El maltrato entre iguales en la Educación Secundaria Obligatoria 1999-2006” (referencia biblioteca Universidad de Valencia: i371.5 VIO). Han tratado el tema basándose en encuestas, realizando un análisis cuantitativo y extrayendo conclusiones de los resultados de las mismas.

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